martes, 9 de enero de 2007

Ultra novedad entreverada

Estoy muy, muy rayada. Anoche no pude dormir y ahora sigo sin dormir, a las 3 de la mañana. Muchas preocupaciones, especialmente económicas, y de "techo en la cabeza", como se dice. Yo no quiero tener un techo en mi cabeza.
Lo que quiero tener es un lugarcito que no me implique todo un sueldo.
Y se me junta todo: no tener garante para alquilar en Capital, no tener plata para mudarme, en caso que pueda por el tema garante... etc. Donde estoy van a aumentar demasiado y no va con mi proyecto de vida (próxima, obvio, no es que tengo un mapa de mi vida como Mafalda cuando la mamá le pisa el viaje a China).
Para colmo se me junta con el casamiento, que es en marzo, y mi contrato vence en febrero.
Ah, me caso.
(Y por eso soy feliz, es así, de loquitos de amor que somos).
Pero lo demás me vuelve loca.

Además de eso:
Seguimos con las señales.

Señal de que sos colgada, cuando tu prima te dice:
-Che, el viernes es tu cumple. Sabías, no?

Y Una señal de que pasás demasiado tiempo en la compu es cuando caés en que te estás casando cuando Google te llena de propagandas que dicen "vestidos novias - moda novios - moda novias - lista de casamientos".
Maldito Gmail.

lunes, 1 de enero de 2007

Felicidá pa' todos!

Empezamos el año con luna llena (y panzas llenas, y corazoncitos también), como debía ser.
Adiós año pasado, qué complicado que fuiste. Trajiste muchas cosas de esas que te cambian la vida, y por suerte hubo de las buenas, además de esas feas, muy feas.
Fue un año de mucho aprendizaje, de sentirme perdida, de sentirme encontrada, de sentirme desesperada -pero encontrarme con la montaña, los árboles, y la gente que quiero, que me guiaron en esos momentos hostigadores.
La primer mitad del año fue de melancolía por todo (sin razón aparente). La segunda, de mirar al futuro con una sonrisa, de la mano de mi Pablo.
Crecí mucho este año. Y el que viene se auguran cambios muy importantes.

Terminando con el resumen del año, quiero comentar que el 31 a la noche lo pasamos con mi familia de Ramos Mejía, y estuvo re lindo. Mucho baile, muchas risas, muchos abrazos, muchos tragos (igual yo soy una chica cerveza). Éramos 31 personas a las 12 (después más, y después menos).
Es una señal de que estás borracha cuando viene alguien a saludarte, y le decís "chau", sin darte cuenta de que en realidad acaba de llegar y no la habías visto en toda la noche (también puede ser una señal de que sos colgada, o de las dos cosas, lo cual creo que es el caso).
Siguiendo con los saludos, cuando llegué saludé a toooodos, y después me dirigí derecho hacia mi tío Ale para saludarlo, pensando que no lo había hecho. Y me dijo "¡ya me saludaste!". A las 12:15, después de la ronda de brindis, lo miro a 3 metros mío y le grito "¡Ale, feliz año!" y le hago la señal de brindar. Y me dice "ya brindaste conmigo". Por suerte se lo tomó como que me importa tanto que me aseguro de haberlo saludado, y no como que pasa muy desapercibido en la multitud; eso hubiera sido incómodo (no es el caso, de todas formas).
A las doce, las mujeres parecíamos renguitas. Mi prima dijo que había que empezar el año con una moneda en el zapato. Con sandalias, la cosa se complicaba. Rengueando, y con nuestras bombachas rosas, éramos una tradición andante.