lunes, 16 de junio de 2008

Cotidiana

Pablo subió primero al colectivo con el bebé, yo subí y le dije al chofer "dos hasta Ramos". Pagando, miré por sobre mi hombro y había una mano extendida cerca de mi traste con un mate recién cebado. Una chica de los asientos de adelante se lo estaba dando al conductor, un hombre de medio siglo más o menos.

Y siguió así por un rato.

Más tarde me dí cuenta: es el día del padre.
Y me dio mucha ternura.
Y sé que yo habría hecho lo mismo si ese fuera mi papá.

7 comentarios:

  1. yo le enjuagaba el papagayo el día del padre!!! y le di leche con pajita!! cuenta también?? jaja

    ResponderBorrar
  2. Claro que cuenta! Le pasás el trapo a la del cole, jeje.

    No te rías, tuve que buscar papagayo porque no sabía lo que era y sonaba raro que le enjuagues el papagayo! :s
    Descubrí que hay una clínica que se llama papagayo.

    Besos.

    ResponderBorrar
  3. o tambien se puede interpretar como papagayo y mamagayina!
    y yo vendria a ser la hijapollita

    ResponderBorrar
  4. Qué linda imagen pasó por mi cabeza cone ste post :)

    ResponderBorrar
  5. llegué a tu blog, quién sabe de dónde esos paseos que te llevan sin rumbo, leí y me quedé un rato, me gusta tu forma de narrar.
    te dejo un beso, espero volver pronto.

    ResponderBorrar
  6. tina: Qué bueno :)

    malizia: bienvenida!!! Gracias por pasar y por quedarte.

    Saludos!

    ResponderBorrar