jueves, 17 de enero de 2019

O cea no

Pasando papas al horno de una asadera a una cazuela.
Habiendo sido "criada" en la feria regional de El Bolsón, donde abunda el olor a papa frita, y dado que últimamente como papas fritas una de cada dos veces que voy, que es seguido.
Pero ¿a qué me remonta el aroma al levantar la fuente de papas?

A Mar del Sud, ese pueblo con una calle asfaltada, un hotel medio Draculento, y la casa de mis abueles a media cuadra del mar.

A un verano que pasé ahí.

Había un local -sobre esa calle asfaltada- llamado El Delfín, que sólo vendía papas fritas, y WOW nunca en mi vida deseé tanto un cono de papas fritas. Fui feliz las veces que pude comprarme uno. La primera flasheé. Me acuerdo del momento. Agradezco tanto tener a mis hermanus... siempre presentes en mis recuerdos y en mis sueños. Santi, especialmente. Santi y yo emocionadísimus esperando nuestros conos de papas fritas, al lado de un recorte de (¿MDF?) más alto que nosotrus, con forma de delfín, y pintado de delfín. Nunca me gustaron (o me quemaron) tanto unas papas fritas.
Se ve que quedó impreso.
Me encanta la selectividad de mi cerebro, lo que se elige en el ir y venir vivido/viviendo, en ese punteo que acompaña nuestras pulsaciones.

Y es parecida a la de Santi :)

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