miércoles, 8 de octubre de 2008

Solamente una vez:

- me rapé toda la cabeza

- pedí un autógrafo

- besé a una chica

- bailé salsa y cumbia en un vestidito negro, con tacos bajitos y una panza de ocho meses

- cociné rabas (¡partiendo del calamar!)

- me emborraché con whisky

- tuve un trabajo que aporte a mi jubilación

- tuve sexo con alguien a quien había conocido horas antes

- ví el relieve de las pinceladas en Campo de Trigo con Cuervos, Los comedores de papas, Campos de Trigo y Cipreses, Terraza del Café por la noche, y muchísimos otros cuadros originales de Vincent Van Gogh.

- me mordió un perro

- ví tocar en vivo a Luis Alberto Spinetta

- hice pintadas callejeras nocturnas en aerosol

- busqué y encontré minúsculas piedritas de oro en el río

- me hice un piercing en el ombligo

- me agarré a trompadas con una chica (si cuenta pegarle un par de piñas cuando ella manoteaba el aire cual gallina agarrada de las patas)

- subí al Empire State

- me saqué un poquito de ojo con una tijera

- me hice un tatuaje

- pretendí que un hombre deje a su pareja por mí

8 comentarios:

  1. Qué aburrido lo mío.
    Creo que lo único que me pasó fue que me mordió un perro (y menos mal que una sola vez). Jeje!
    Besos!

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  2. Hola, gisel! Jajaja, qué tonta...
    Bueno, por lo menos no fue lo de la tijera en el ojo...

    Un beso!

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  3. Te lo escribo acá, pero vengo leyendo desde arriba y me dá mucha gracia como contás las cosas, me voy a ir a dormir con una sonrisa.

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  4. Hola, Vilmati! Bienvenida y gracias!!!
    Un beso.

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